Lisboa, Portugal

Q: ¿Cuáles son las mejores fechas para ir a Lisboa?

Uno de los puntos fuertes de Lisboa es un destino turístico que no se ve influenciada por la estacionalidad, es decir, puedes visitar la ciudad sea cual sea la época del año. Gracias a la cercanía del océano y de la desembocadura del río, las temperaturas durante todo el año se mantienen bastante agradables. Pero si puedes elegir una fecha concreta en la que ir, una de las mejores fechas es en junio ya que se celebra el Carnaval o las Festas dos Santos Populares , en estos 14 días se rinde homenaje a São Pedro , São Juan y São Antonio , este último el más importante de todos. Durante estas fechas las cabalgatas , bailes y comidas inundan las calles, llenándose de vida y jolgorio. Se llevan a cabo muchas fiestas y la gastronomía de la capital cobra vida , se preparan muchísimas comidas donde destacan las sardinas , durante estas fiestas las calles cogen un maravilloso olor a sardinas asadas que se cocinan en las calles durante las celebraciones. Viajar a Lisboa en junio es una de las mejores fechas para ir, ya que lo vas a pasar en grande. Podrás bailar como nunca, comer y vivir experiencias que no olvidarás jamás, ya que los festejos de cada santo se unen y se hace una mega celebración maravillosa, con muchas risas, mucha fiesta y mucha alegría. Los lisboetas son unas de las mejores personas que te puedes encontrar , gente muy hospitalaria que te ayuda con lo que sea y que además les encanta la fiesta. Si reúnes todas estas cualidades o necesitas esta cálida bienvenida, sin duda debes ir a Lisboa y disfrutar esas celebraciones al menos una vez en la vida.

Q: ¿Cómo llegar a Lisboa?

La ciudad posee el mayor aeropuerto de todo el país , este, tiene una gran cantidad de conexiones con prácticamente cualquier destino . El Aeropuerto de Portela conecta Lisboa con Canarias , Madrid , Barcelona y fuera de España con París , Lyon , Roma , Milán , Londres o Berlín entre muchísimas otras ciudades , grandes, medianas y pequeñas. La presencia de este aeropuerto facilita en gran medida el poder llegar a la ciudad sin necesidad de coger ningún tipo de transporte adicional que dure horas, sin necesidad de grandes trayectos por carretera y sin necesidad de efectuar grandes escalas ya que mayormente los vuelos son directos , a no ser que el país de procedencia esté demasiado lejos como para que esto sea posible.

Visita Lisboa, capital de Portugal y pasea por la historia de una de las ciudades más antiguas de Europa

Lisboa © Carlos Gil

Lisboa, localizada al oeste de Portugal, es la capital y la ciudad más poblada del país, situada en la parte más occidental de este, en la misma desembocadura del río Tejo (Tajo), Lisboa está muy cerca de otras ciudades con mucho atractivo como Cascais o Sintra, por lo que en tu visita a la capital portuguesa tendrás un sinfín de actividades y lugares que ver ya sea en esta, como en las ciudades colindantes debido a su increíble ubicación.

Puente 25 de Abril © Antonio Sacchetti

Fundada en el siglo XII a.C. por los fenicios con el nombre de Ulissipo, dice la leyenda que la fundación de esta se atribuye al mítico héroe griego Ulises después de la guerra de Troya, aunque todo esto sea una leyenda, demuestra que Lisboa es una ciudad de historias y leyendas, donde han pasado miles de cosas, no solo en la vida real sino a través de leyendas y cuentos míticos, su atractivo histórico y cultural es incalculable.

En el año 711 como la mayoría de la Península Ibérica, Lisboa fue invadida por los musulmanes, un periodo que se extendió durante unos 450 años, hasta la llegada del rey Alfonso I de Portugal, conocido como “El Conquistador”, el monarca se encargó de liderar la liberación de los territorios ocupados por los musulmanes, los cuales en señal de respeto le llamaban El-Bortukali (El Portugués). Con la conclusión de estos acontecimientos Lisboa comenzó un periodo de esplendor económico y social llegando a tener uno de los puertos más importantes de todo el mundo.

El hecho de que la ciudad lusa sea una de las capitales más antiguas de todo el continente europea, con influencias fenicias, romanas y musulmanas, entre muchas otra, explica por qué a día de hoy es una ciudad tan cosmopolita, con tanta mezcla de culturas, siendo un destino en el que todo el mundo es bien recibido y donde te encontrarás con un ambiente maravilloso, con una increíble variedad tanto social como cultural que hace de esta una ciudad especial como ninguna otra en todo el continente.

En cuanto al clima de la ciudad de las siete colinas, que es como se le conoce comúnmente, dada su localización a orillas de estuario del Tejo (Tajo) y la presencia de la corriente del Golfo, la ciudad mantiene un maravilloso clima templado durante todo el año por lo que es una ciudad visitable en cualquier época del año, los veranos son bastante cálidos sin llegar a tener temperaturas extremas, perfecto para disfrutar de la ciudad, darte algún que otro baño y probar las ricas frutas frescas y helados que encontrarás en la ciudad. Los inviernos tampoco son extremos, con una temperatura media en estos meses de 12º es perfectamente visitable, incluso según tus gustos y prioridades, estas temperaturas pueden ser idóneas para tí, y disfrutar de sus maravillosos platos calientes y sus mil y una formas de preparar el delicioso bacalao portugués.

Calles de Lisboa
© Piotr Moszczeński

Situada en medio de un conjunto de 7 colinas en el oeste de Portugal, la ciudad cuenta con una ubicación ideal, cerca de otras diferentes ciudades que te será muy fácil visitar y en las cuales encontrarás un amplio catálogo de atractivos, desde playas a imponentes palacios pasando por preciosos bosques. Todo esto hace de Lisboa una de las ciudades con más cosas que hacer dentro de ella y en sus alrededores, perfecta tanto para un viaje largo como para una escapada de fin de semana.

Con una mezcla entre ciudad clásica con un patrimonio cultural envidiable y ciudad moderna y tremendamente cosmopolita, la capital portuguesa es un destino para todos, con muchísimos museos, monumentos y edificios religiosos, tendrás una enriquecedora experiencia cultural donde podrás conocer hasta el último reducto de la historia de esta ciudad, donde además disfrutarás del fado más puro y auténtico. Por otro lado, podrás vivir la noche lisboeta, destacando su ambiente espectacular, los bares, restaurantes y pubs son uno de los puntos fuertes de la capital, donde te lo pasarás en grande disfrutando de la noche. Durante el día descubrirás que prácticamente todas las marcas más importantes y prestigiosas del mundo de la moda tienen una tienda en esta ciudad, todo esto demuestra que Lisboa es para todos los públicos y para todos los gustos.

Índice

¿Qué ver en Lisboa?
¿Qué hacer en Lisboa?
¿Qué ver en Lisboa en un fin de semana?
¿Cuáles son las mejores fechas para ir a Lisboa?
¿Cuáles son las mejores excursiones en Lisboa?
¿Cómo llegar a Lisboa?
¿Dónde alojarse en Lisboa?

¿Qué ver en Lisboa?

Lisboa, una ciudad de muchos encantos, empezando por sus calles, verlas te apasionará, ya que poseen una magia especial, calles adoquinadas, bastante anchas, al menos mucho más que las calles de otras ciudades portuguesas. A ambos lados de la calle se sitúan casas de varias plantas, formando hileras, una detrás de otra. Además destaca la presencia de balcones en cada una de ellas. Pasear y ver estas calles maravillosas es algo imperdible, Lisboa es una ciudad en la que se camina bastante si quieres ver lo máximo posible, pero no es ningún problema ya que te será realmente placentero pasear por estas vías.

Torre de Belém © Celestino Manuel

Entre todos los atractivos que encontrarás en Lisboa hay dos que destacan, estos han sido declarados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO y son dos de los símbolos de la ciudad. La primera, presente en todas las postales de la capital es la Torre de Belém, esta es una fortaleza militar dedicada a vigilar la posible entrada de navíos enemigos desde el océano Atlántico a través de la desembocadura del Tejo (Tajo). Una de las características principales es que la fortaleza está ubicada prácticamente dentro del río además, fue utilizada como punto de partida para los barcos que zarparon a América desde Portugal de ahí su gran importancia en la época de los Descubrimientos, ha sido un faro, una sede de recaudación de impuestos y también una prisión durante unos 60 años. La Torre de Belém no es un simple monumento, es todo un símbolo de Lisboa y de todo Portugal debido a su enorme importancia en diferentes épocas de la historia y con diferentes cometidos, por lo que tendrás un gran trozo de historia portuguesa enfrente de tí.

Monasterio de los Jerónimos, Lisboa
© Pedro Szekely

Muy cerca, el Mosteiro dos Jerónimos (Monasterio de los Jerónimos), declarado también Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO es un monumento impresionante y una muestra del esplendor del país durante la época de los Descubrimientos, justamente cuando se comenzó su construcción, con un convento de estas dimensiones el país presumía del gran poder que poseía. Sus fachadas son preciosas, las decoran miles de motivos de diferentes tipos y en su interior, la iglesia-salón, la cual es de estilo manuelino y una obra maestra, destaca la bóveda de crucero y si te fijas, esta no está sostenida por ninguna columna, pero se mantiene intacta después de muchos años, sin ninguna duda merece la pena visitar esta obra maestra de la arquitectura.

A orillas del río y muy cerca del monasterio encontrarás el Monumento aos Descobrimentos (Monumento a los Descubrimientos), de 52 metros de altura y construido para conmemorar los 500 años de la muerte de Enrique el Navegante, famoso infante portugués protagonista en la política de la época y quien fue uno de los responsables en hacer que el país luso pisara América. Desde este punto tendrás una preciosa vista del Puente 25 de Abril, esta construcción que tiene la principal función de unir las dos orillas del río y te impresionará con su gran tamaño y su maravillosa forma, también dicen que tiene un gran parecido con el Golden Gate de San Francisco.

En esta parte de la ciudad también encontrarás el Palácio Nacional da Ajuda, utilizado como residencia de la familia real durante el siglo XIX. Te encontrarás ante una preciosa edificación de estilo neoclásico y en su interior, el mobiliario, digno de los más grandes reyes, te hará soñar con edades antiguas y todos los acontecimientos importantes que tuvieron lugar entre esos muros. Actualmente es un museo en el que podrás recorrer todos los rincones y que, sin duda, merece la pena visitar para pasear por sus verdes y preciosos jardines.

Praça do Comércio, Lisboa
© Celestino Manuel

El punto neurálgico de la sociedad lisboeta es la Praça do Comércio, justo en este punto se encontraba situado el Palacio Real, en el año 1755 fue destruido por el Gran Terremoto de Lisboa, más tarde la plaza fue reconstruida teniendo mayor importancia que en aquel momento. Con forma de U y abierta en el lado sur para el río Tejo, contiene tres edificios porticados en los cuales se encuentran varios importantes locales como la oficina de turismo de Lisboa o el restaurante más antiguo de la ciudad, Martinho da Arcada. Para acceder a la plaza, irás por el Arco Triunfal de la comercial calle Via Augusta. En el arco encontrarás varias estatuas de diferentes ilustres personajes del país como Vasco da Gama y en la zona superior de éste, observarás las esculturas en representación de la Gloria, el Genio y el Valor. Justo en el centro de la plaza se aprecia la estatua del monarca José I y si bajas a las orillas del río podrás ver Cais das Colunas, dos columnas que indican el punto donde desembarcaban los reyes para dirigirse a su palacio.

Sé de Lisboa (Catedral de Lisboa)
© Vítor Ribeiro

A pocos metros se ubica la Sé de Lisboa (Catedral de Lisboa), construida en un principio donde se encontraba una mezquita de la invasión árabe, ha sido dañada por varias causas como el Gran Terremoto de Lisboa de 1755, en su exterior destacan las dos torres campanario y el estilo románico de su fachada presidida por un precioso rosetón central. En su interior la preciosa capilla gótica hace presencia, además, varios sepulcros se encuentran en esta catedral donde yacen algunas ilustres personalidades portuguesas.

Otro de los puntos importantes de Lisboa es la Praça de D. Pedro IV, en sus alrededores encontrarás muchos bares y tiendas por lo que es un lugar perfecto para pasar un buen rato de ocio, en el centro de la misma, se ubica la estatua de Pedro IV, conocido como el rey soldado, en su base, cuatro representaciones femeninas que se atribuyen a las bondades del monarca. En esta plaza también se encuentran la estación ferroviaria de Rossio y el Teatro Nacional Doña María II, el más importante del país luso. La plaza es un lugar perfecto para tomarte una bebida o picar algo en el café Nicola, este se distingue por su preciosa fachada de estilo Art Decó, ideal para descansar un rato y disfrutar de las vistas de esta maravillosa plaza.

Para los amantes de los museos esta ciudad es perfecta ya que encontrarás una enorme cantidad de ellos y cada uno con una temática diferente. En cuanto a galerías de arte, destaca el Museu Calouste Gulbenkian, donde hallarás diferentes obras de artistas nacionales, pero también extranjeros como Van Dyck. La ciencia también tiene su espacio en los museos de Lisboa, en el Museu de Arte, Arquitetura e Tecnologia destaca desde un principio por el diseño arquitectónico del recinto en el que se encuentra, una maravilla, una fachada ovalada, curva y alargada mezclada con un mosaico tridimensional el cual reacciona a los cambios de luz, sin duda el recinto es lo primero que tendrás que ver en este precioso museo en el que además encontrarás diferentes exposiciones que van variando con el tiempo.

El fado como tal nació en el barrio de Alfama, en la propia ciudad de Lisboa, como no podía ser de otra manera. Aquí encontrarás el Museo del Fado, con trajes típicos, fotografías e instrumentos musicales, entre muchísimas otras cosas, que te explican toda la historia de este bonito género musical portugues que se ha vuelto un símbolo del país. Un museo imprescindible para conocer la historia de Portugal, perfecto para todo tipo de públicos y no solo para amantes del fado. Además entre muchos otros el Museu do Azulejo o el Museu Nacional de Arqueología son también muy interesantes. Estos museos son una oportunidad ideal para ver todos esos pedacitos de historia, Lisboa es perfecta para dedicar tu estancia a la visita de museos.

Para los amantes del deporte, el Estadio da Luz, del conocido Benfica, puede ser uno de los mejores atractivos de la ciudad ya que históricamente ha sido uno de los equipos de fútbol más grandes de Portugal y en ocasiones de toda Europa. El estadio ofrece un tour con visita al museo donde se exponen todos los títulos que el club ha conseguido durante su historia, por lo que si eres amante del deporte rey es un imprescindible en tu visita. Por otro lado, Lisboa tiene más de un club, así que también podrás visitar el estadio del eterno rival el Sporting de Lisboa. Una curiosidad es que el Estadio da Luz y el estadio José Alvalade, se encuentran a tan solo 7 minutos de distancia, por lo que están muy cerca el uno del otro dada la gran rivalidad histórica que ambos equipos han tenido.

¿Qué hacer en Lisboa, Portugal?

Tranvía (Eléctrico) © Ricardo Fdz.

En el mundo hay ciudades que están hechas para pasear, da igual lo grandes que sean, si sus calles son empinadas, si llueve o hace calor… desde que das un paseo por una de sus calles quedas totalmente prendado, enamorado de su arquitectura, de su gente, del aura que sus calles transmiten. Lisboa es una de estas ciudades, cuando pongas un pie en sus preciosas calles no querrás parar de pasear por ellas, ver todos los rincones, de día y de noche. Ver su tranvía, sus preciosas plazas y sus calles adoquinadas donde encontrarás alguna pendiente, pero esto es parte de su particular encanto, el mejor plan que hacer en Lisboa es conocerla, caminar por ella y descubrirla, sin duda te encantará.

Venir a Portugal y no probar el famoso bacalao es prácticamente un delito, en este país se cocina de tantas formas diferentes que se dice que tienen 1001 recetas, aunque probablemente si le preguntas a un local te dirá que tienen aún más. De esta forma Lisboa gracias a su cercanía con el océano en prácticamente todos los restaurantes ofrecen diferentes recetas de este manjar, por lo que para disfrutar aún más lo mejor es que pruebes varias de ellas y veas cual es la que más te gusta.

Castelo de Sao Jorge, Lisboa
© Celestino Manuel

Si piensas en Lisboa, piensas en el tranvía como medio de transporte en la ciudad, no es casualidad, los tranvías lisboetas son todo un símbolo de la ciudad y como la Torre de Belém, aparece en miles de postales, ¿Un plan imprescindible? Montar en el tranvía 28, esta increíble línea te llevará por los barrios más famosos y típicos de Lisboa, como Alfama o Graça, finalmente acabarás llegando al Castelo de São Jorge, una maravillosa fortaleza militar en lo alto de una de las colinas que rodea a la ciudad, además de poder visitar el castillo, sus cañones y todo lo que este esconde, tendrás unas vistas espectaculares que no te querrás perder por nada del mundo.

En cuanto a los preciosos barrios de la ciudad, Belém puede ser uno de los más conocidos, este es uno de los barrios más antiguos y en él podrás encontrar diferentes museos, además de muchos atractivos como la Torre de Belém, debes pasar sí o sí por Antiga Confeitaria o la confitería Pasteis de Belém, los establecimientos más famosos de la ciudad para probar este rico dulce tan conocido a nivel continental, se caracterizan por seguir una receta tradicional, así que en estos dos lugares probarás los verdaderos Pasteis de Belém.

El barrio de Chiado es simplemente precioso, el barrio bohemio por excelencia de Lisboa, hogar de poetas y artistas desde el siglo XIX hasta el XX. Este sufrió un terrible incendio, pero rápidamente se recuperó cuando un proyecto a manos del arquitecto Álvaro Siza Vieira el cual recuperó el esplendor bohemio del barrio en tan solo una década. Muy cerca, el barrio de La Baixa te encantará ya que además de ser el más céntrico, es puro Lisboa, fachadas llenas de azulejos, preciosas calles de adoquines y el mejor ambiente lisboeta, en el famoso Gran Terremoto de Lisboa fue destruido pero el Marqués de Pombal consiguió que volviera a resurgir llevando a cabo una gran restauración.

Si en tu viaje a Lisboa, no te montas en el Elevador de Santa Justa, entonces no puedes decir que has estado en Lisboa. Como parada de atracción turística que es, subir a este precioso ascensor que te regalará unas vistas maravillosas de la zona centro de la ciudad es un regalo para todo aquel que visite la zona y decida subir.

La mejor zona para una buena noche de fiesta o simplemente ir a tomar una copa durante la noche o ir a un bonito restaurante es el Barrio Alto, la zona con más marcha y mejor ambiente nocturno en toda la ciudad, no te aburrirás en este barrio, la diversión está totalmente asegurada.

La capital de Portugal también destaca por todos los parques que puedes encontrar en ella, el más grande es el Parque Florestal de Monsanto, donde estarás en contacto con la naturaleza en plena zona urbana.

Algo más alejado, se encuentra el Parque das Nações (Parque de las Naciones), un área industrial abandonada que pasó a ser una zona increíblemente moderna donde se albergó la Exposición Universal del año 1998. La Estación de Oriente, ubicada en este barrio, fue diseñada por el gran Santiago Calatrava y cómo no, coincide el llamativo estilo que diferencia a este famoso arquitecto valenciano. Además podrás encontrar el Oceanario, uno de los mejores acuarios de toda Europa y en la que tanto adultos como niños lo pasarán en grande viendo una numerosa variedad de especies. El Casino de Lisboa también es un gran lugar para pasar un buen rato donde el lujo y el buen ambiente se apoderan de todo.

El río Tejo (Tajo) es uno de los grandes protagonistas de la ciudad, donde tendrás la oportunidad de hacer diferentes actividades, como navegar en barco para presenciar el precioso atardecer en plena desembocadura del río. Las bicicletas eléctricas son otro gran atractivo en esta ciudad. Ya que el centro de la ciudad no es del todo llano y, además, tiene bastantes subidas, la bicicleta eléctrica te brinda la posibilidad de ver la ciudad y sus alrededores en este medio de transporte con la ayuda que te da tener un pequeño motor para no pedalear mucho, por lo que irás con mucha tranquilidad apreciando toda la ciudad. Por otro lado, los tours guiados, como siempre, son una muy buena opción ya que estos te dan la oportunidad de conocer toda la ciudad y sus monumentos en una mayor profundidad, además de todos los posibles datos curiosos que pocas personas conocen.

¿Qué ver en Lisboa en un fin de semana?

Lisboa, una de las capitales europeas con mayor oferta cultural que ofrecer, es cada vez más la opción preferida de los europeos para disfrutar de una escapada de fin de semana. La ciudad posee una cantidad enorme de lugares que te fascinarán, pero eso no te impedirá visitar los monumentos y rincones más icónicos en un fin de semana. Para ello deberás comenzar visitando el primer día los sitios más céntricos como lo son las zonas de Chiado y Baixa, así como los barrios de Alfama y Barrio Alto. Y el segundo día ya tendrás que moverte hasta el barrio de Belém y la zona del Parque das Nações (Parque de las Naciones).

El primer día comenzarás por el centro, si no te alojas en la zona te será sencillo llegar hasta él gracias a la vasta red de metro con la que cuenta la ciudad. El mejor punto de partida para tu visita será la céntrica Praça do Comércio, construida tras el terremoto de 1755 y uno de los puntos más concurridos de Lisboa. Desayunando en una de sus terrazas tendrás unas buenas vistas del río Tejo (Tajo) y, en la cara opuesta, del Arco Triunfal, poseedor de esculturas de figuras icónicas como Vasco de Gama o el Marqués de Pombal y entrada de la concurrida calle Augusta. Por no olvidar la característica estatua ecuestre de José I, famoso rey portugués que reinó durante la época del terremoto.

Igreja do Carmo (Iglesia del Carmo), Lisboa
© Guillén Pérez

Desplázate desde la Praça do Comércio hacia el Barrio Alto. Allí visitarás primero la Praça de Luís de Camões, coronada por una bonita estatua del escritor portugués. Desde aquí irás hasta el Convento do Carmo, antiguo templo gótico del que tan solo sobrevivió la estructura tras el terremoto y que funciona actualmente como museo arqueológico. A continuación, muévete hasta el Elevador de Santa Justa, desde donde disfrutarás de las espectaculares vistas de la preciosa ciudad.

Usa el elevador para bajar hasta la ya mencionada calle Augusta y recorre un pequeño tramo al norte para llegar a la amplia Praça Dom Pedro IV, popularmente conocida como Praça do Rossio. Una vez visitada será un buen momento para comer. Dado lo céntrica que es esta plaza encontrarás un sin fin de opciones para comer en sus alrededores. Sea cual sea el lugar que elijas para comer no puedes dejar pasar la ocasión para probar el más que famoso bacalao de Lisboa, suele ser comido salado y es elaborado de mil y un maneras diferentes.

Una vez acabes de comer, vuelve a la calle Augusta y aprovecha para visitar y comprar algún recuerdo, ya que posee un gran número de tiendas. Poco antes de llegar hasta el Arco Triunfal gira a la izquierda y continúa un rato para llegar hasta Sé de Lisboa, su maravillosa catedral románica del siglo XII.

Alfama, Lisboa
© Piotr Moszczeński

Tras disfrutar de la catedral avanza hacia el barrio de Alfama, uno de los lugares más bonitos de Lisboa. Allí no puedes perderte el Mirador de Santa Luzía y el Castelo de Sao Jorge (Castillo de San Jorge), ambos con unas preciosas vistas de Lisboa. También merece la pena que visites la Igreja de Nossa Senhora da Graça (Iglesia de Nuestra Señora de Gracia), en cuyo camino recorrerás calles de las más pintorescas y en cuya cima volverás a disfrutar de la mejor panorámica de Lisboa. Y por último, baja unos 600 metros hasta el icónico Panteón Nacional, monumental edificio en el que se encuentran los restos de, entre otros, el reconocido Vasco de Gama.

Con ello habrás terminado la vista del primer día, y tras un descanso bien merecido podrás continuar al día siguiente con la visita de las zonas del barrio de Belém y del Parque das Nações (Parque de las Naciones). Para ello, este día sí tendrás que coger transporte como el famoso tranvía lisboeta o uno de sus cómodos autobuses urbanos, desde el que disfrutarás del variado paisaje que te ofrece la variopinta ciudad.

El segundo día comenzarás con la visita de la preciosa Torre de Belém, construcción histórica del siglo XVI declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO que no te dejará indiferente. Para llegar hasta ella tendrás que coger algún autobús urbano (como el 728, que sale de la Praça do Comércio) o el conocido el tranvía 15E.

Cerca de la torre merece la pena visitar en profundidad el Mosterio Dos Jerónimos (Monasterio de los Jerónimos), también Patrimonio de la Humanidad, cuyo inicio de construcción data del año 1501. No pierdas la oportunidad de visitar el interior de este magnífico edificio y déjate sorprender por su maravilloso claustro, una de las mejores joyas del estilo manuelino.

Enfrente del monasterio, a unos escasos 500 metros, tendrás el Monumento aos Descobrimentos (Monumento a los Descubrimientos), con una altura de unos 52 metros te ofrece una de las mejores perspectivas del río Tejo (Tajo). Además, para llegar hasta él, tendrás que recorrer el fabuloso Jardim do Praça do Império (Jardin de la Plaza del Imperio), zona ajardinada con varias fuentes y estatuas que te fascinarán.

Con este monumento terminará tu visita a la zona de Belém y te dirigirás hacia el Parque das Nações (Parque de las Naciones), de los espacios más modernos de Lisboa construida para la Exposición de 1998. Para llegar desde Belém tendrás que usar transporte ya que ambas zonas están separadas por 15 km, por lo que lo más recomendable será que cojas un metro o el autobús.

Una vez en el Parque das Nações (Parque de las Naciones) observarás que es una zona llena de vida. Dentro de todas las actividades que puedes realizar destacan el Oceanario de Lisboa, acuario muy recomendable para ir con toda la familia, y el funicular que te permitirá disfrutar de las mejores vistas de esta moderna zona de la ciudad. Otra gran opción es recorrer esta zona a pie, paseo que disfrutarás enormemente.

Tras haber visitado el Parque das Nações (Parque de las Naciones) ya habrás recorrido los lugares más emblemáticos de esta portentosa ciudad en apenas dos días y podrás dar por terminada tu visita a Lisboa en un fin de semana. Si bien habrá cosas que se quedarán en el tintero por el poco tiempo para recorrer la ciudad, esta visita no te defraudará y la recordarás por mucho tiempo.

¿Cuáles son las mejores fechas para ir a Lisboa?

Uno de los puntos fuertes de Lisboa es un destino turístico que no se ve influenciada por la estacionalidad, es decir, puedes visitar la ciudad sea cual sea la época del año. Gracias a la cercanía del océano y de la desembocadura del río, las temperaturas durante todo el año se mantienen bastante agradables.

Pero si puedes elegir una fecha concreta en la que ir, una de las mejores fechas es en junio ya que se celebra el Carnaval o las Festas dos Santos Populares, en estos 14 días se rinde homenaje a São Pedro, São Juan y São Antonio, este último el más importante de todos. Durante estas fechas las cabalgatas, bailes y comidas inundan las calles, llenándose de vida y jolgorio. Se llevan a cabo muchas fiestas y la gastronomía de la capital cobra vida, se preparan muchísimas comidas donde destacan las sardinas, durante estas fiestas las calles cogen un maravilloso olor a sardinas asadas que se cocinan en las calles durante las celebraciones.

Viajar a Lisboa en junio es una de las mejores fechas para ir, ya que lo vas a pasar en grande. Podrás bailar como nunca, comer y vivir experiencias que no olvidarás jamás, ya que los festejos de cada santo se unen y se hace una mega celebración maravillosa, con muchas risas, mucha fiesta y mucha alegría. Los lisboetas son unas de las mejores personas que te puedes encontrar, gente muy hospitalaria que te ayuda con lo que sea y que además les encanta la fiesta. Si reúnes todas estas cualidades o necesitas esta cálida bienvenida, sin duda debes ir a Lisboa y disfrutar esas celebraciones al menos una vez en la vida.

¿Cuáles son las mejores excursiones en Lisboa?

Lisboa es el punto álgido de la región, y a su vez ésta tiene muchas ciudades maravillosas que visitar, por lo que no te vas a quedar sin algo para ver o algo que hacer. Muy cerca encontrarás Sintra, a unos 20 minutos en coche, una preciosa villa entre colinas llena de palacios de ensueño, como en los cuentos. Entre todos los palacios, el más conocido es el Palácio da Pena, con una mezcla de estilos arquitectónicos parece salido de una historia de hadas y duendes, sus jardines y sus increíbles torres te impresionarán. Próximo al precioso palacio encontrarás el Castelo dos Mouros (Castillo de los Moros) donde tendrás unas vistas impresionantes desde esta fortaleza construida por los árabes en su invasión con el fin de proteger toda la zona gracias a la maravillosa ubicación que esta posee.

En el interior del Parque Natural Sintra-Cascais se ubica el pequeño Palácio de Monserrate, sus preciosos jardines exteriores perfectos para descansar en la más absoluta tranquilidad y la arquitectura del palacio, con un maravilloso estilo ecléctico te harán entender por qué es una de las razones de que Sintra esté catalogada como Patrimonio de la Humanidad. Al igual que el Palácio Nacional de Sintra, situado en plena villa era la residencia de la monarquía de la época y unas de sus más notables características, sus chimeneas, con una forma cónica y de un enorme tamaño te llamarán mucho la atención, estas salen directamente desde las cocinas y te dejarán pensando en los festines que podían darse los monarcas con esos gigantescos conos.

Otro de los puntos de interés para ver en Sintra es Quinta da Regaleira, donde podrás pasar un buen rato debido a la cantidad de secretos que este lugar esconde, desde su impresionante palacio pasando por sus jardines hasta llegar a la Torre Invertida, una torre subterránea de 9 pisos de profundidad la cual contiene en el fondo diferentes pasadizos que conectan con varios lugares de la quinta, sin dudas, un lugar con muchos misterios entre sus muros. Esconde secretos masones y alquímicos, por lo que deberás recorrer hasta el último rincón para conocer cada uno de ellos.

Los antiguos monarcas europeos tenían un destino de vacaciones predilecto, este está muy cerca de Lisboa, Cascais, una preciosa villa que está a tan solo 30 minutos de la capital y no querrás perderte sus preciosas playas, su maravilloso clima y sus bonitas calles. Muy cerca también podrás visitar el Casino de Estoril, uno de los mejores y más lujosos del mundo, perfecto para una noche de glamour y diversión.

Dirigiéndote en dirección norte acabarás llegando a Mafra y Ericeira, la primera es una maravillosa ciudad donde encontrarás entre muchas otras cosas el increíble Palacio Nacional de Mafra, lleno de toda clase de ostentaciones que harán volar tu imaginación sobre los acontecimientos que han pasado en su interior. Su punto fuerte es la biblioteca, única en el mundo ya que posee en torno a 40.000 tomos y entre ellos algunos de estos fueron impresos en el siglo XVI, por lo que estás ante un pedazo de historia portuguesa, todo un lujo.

Ericeira en cambio es un destino de playa y surf, si te gusta este deporte o quieres iniciarte, es tu momento, ya que esta población es una de las mecas del surf y otras modalidades como kitesurf, premiada con el prestigioso título de Reserva Mundial del Surf, solo 11 localidades tienen este galardón. Estos dos preciosos lugares se encuentran a tan solo unos 40 minutos de Lisboa, por lo que son paradas más que recomendadas.

Portugal es uno de los países europeos con mayor herencia medieval como se puede contemplar en muchas de sus ciudades. A una hora de camino desde la capital encontrarás Óbidos, un gran ejemplo de herencia medieval, la ciudad amurallada por excelencia de Portugal, es una parada obligatoria y en tu paso por ella tendrás la oportunidad de apreciar una auténtica ciudad del medievo, desde sus calles empedradas hasta los anchos muros de la muralla que la rodea, pasando por el imponente castillo que preside la ciudad desde lo más alto y que no puedes dejar de visitar.

Muy cerca de Óbidos se encuentra Peniche, una ciudad pesquera muy bonita con una magia especial, esta te conectará con el Arquipélago das Berlengas (Archipiélago de las Berlengas), el cual es un paraíso en el océano Atlántico donde tienes miles de actividades para hacer, desde avistar sus preciosos fondos marinos llenos de vida, visitar el Forte de São João Baptista das Berlengas (Fuerte de San Juan Bautista de las Berlengas), un precioso fuerte que servía para avistar las posibles amenazas que provenían del océano, además dispones de gran cantidad de rutas para visitar a pie lo máximo posible de las islas. Además dispone de maravillosas zonas de baño para refrescarte en los calurosos días de verano.

Si te has quedado con ganas de seguir haciendo surf en otra zona o quieres ver uno de los mayores espectáculos de la naturaleza, Nazaré es un lugar obligatorio para visitar, donde se dan las famosas olas gigantes que pueden llegar a medir hasta 23 metros de altura, también es un gran destino para hacer surf o simplemente relajarte en las preciosas y enormes playas que encontrarás en la zona a tan solo una hora y veinte minutos de distancia desde Lisboa.

Portugal es un país con una increíble variedad de entornos y como muestra está Mira de Aire, una pequeña población donde se encuentra la Gruta dos Moinhos Velhos, un precioso ecosistema oculto bajo tierra con aproximadamente 9 kilómetros de extensión encontrarás desde diferentes formaciones rocosas debidas a la erosión hasta embalses y filtraciones de agua que caen desde el techo, sin duda de Nazaré a Mira de Aire hay una diferencia enorme en muy pocos kilómetros de distancia, esto demuestra la variedad del país luso. Esta gruta se encuentra a tan solo una hora y veinte minutos.

De las preciosas grutas a varios de los mayores patrimonios culturales de Portugal, en primer lugar a 15 minutos de Mira de Aire encontrarás el enorme Mosteiro de Santa Maria da Vitória, comúnmente conocido como Monasterio de Batalha, el cual está declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco y podrás recorrer todos los rincones del mismo o contratar una visita guiada, por lo que no habrá secretos para tí sobre este maravilloso monumento que mezcla estilos arquitectónicos como manuelino o el gótico tardío. A muy pocos minutos de distancia, se ubica el precioso pueblo de Fátima, lugar de peregrinación por excelencia del país luso, seas o no creyente, es un lugar que te va a enamorar. Te encantará toda la infraestructura religiosa, desde la Plaza de Pio XII hasta el Santuario de Nuestra Señora del Rosario de Fátima. Además es un lugar lleno de incógnitas, te encantará el misterio que habita todo el pueblo debido a las leyendas e historias que han conseguido hacer de Fátima uno de los lugares más importantes de Europa de ámbito religioso.

A la misma distancia de una hora y media de camino desde Lisboa vas a descubrir dos de los bastiones más importantes de la Orden de los Caballeros Templarios en la Península Ibérica, Tomar y Almourol, el primero es una maravillosa ciudad donde la tradición sigue intacta y su castillo y convento, siendo sede de los caballeros templarios en Portugal poseen un ambiente lleno de leyendas e historias que te atraparán, al igual que el Castillo de Almourol, situado en una pequeña isla en medio del río, donde jugó un papel clave en la protección de la zona.

Justo en la otra dirección, hacia el sur llegarás a uno de los mejores lugares de Portugal, la naturaleza en estado puro, preciosas montañas, playas alejadas e increíbles, la Serra da Arrábida es maravillosa y se encuentra muy cerca de la capital, desde ahí podrás visitar también Setúbal, una ciudad pesquera conocida por el precioso Castelo de São Felipe, imponente vigilando desde lo más alto de una colina y también es conocida por ser un enlace hacia la Península de Troia, una de las zonas con mejores y más largas playas del país, lugar lleno de hoteles de lujo, puro caribe en Portugal, vale la pena darse un baño en sus aguas cristalinas.

Desde Setúbal podrás acceder a Évora en algo más de una hora, esto merece la pena ya que Évora es una de las ciudades más bonitas y con más historia de Portugal, el centro de la conocida como ciudad-museo del país está declarado Patrimonio de la Humanidad, por lo que pasear entre diferentes construcciones romanas como el Templo de Diana es todo un lujo, historia viva en la ciudad de Évora, miles de años en tan solo una ciudad y un paseo por esas preciosas calles.

¿Cómo llegar a Lisboa?

La ciudad posee el mayor aeropuerto de todo el país, este, tiene una gran cantidad de conexiones con prácticamente cualquier destino. El Aeropuerto de Portela conecta Lisboa con Canarias, Madrid, Barcelona y fuera de España con París, Lyon, Roma, Milán, Londres o Berlín entre muchísimas otras ciudades, grandes, medianas y pequeñas.

La presencia de este aeropuerto facilita en gran medida el poder llegar a la ciudad sin necesidad de coger ningún tipo de transporte adicional que dure horas, sin necesidad de grandes trayectos por carretera y sin necesidad de efectuar grandes escalas ya que mayormente los vuelos son directos, a no ser que el país de procedencia esté demasiado lejos como para que esto sea posible.

¿Dónde alojarse en Lisboa, Portugal?

Al ser la capital del país, Lisboa posee una gran cantidad de alojamientos de todos los tipos, desde hostales hasta lujosos hoteles de cinco estrellas, además podrás encontrar alojamientos para todos los gustos como pueden ser un hotel con temática musical y así con muchas otras categorías.

Dentro de los más destacables, el céntrico Corpo Santo Lisbon Historical Hotel, de cinco estrellas y situado a muy pocos metros de Praça do Comercio, es uno de los lugares más especiales donde puedes alojarte en la ciudad. Gracias a todos los servicios ofrecidos te sentirás como en casa o incluso mejor, este ofrece diferentes servicios e instalaciones como un maravilloso restaurante, tours guiados a pie por los alrededores del hotel o jacuzzi.

Si prefieres otro tipo de hotel, con piscina y zonas para relajarte y desconectar de la rutina y la monotonía, el hotel Corinthia Lisbon es perfecto para tí, de cinco estrellas y en el que encontrarás una piscina cubierta espectacular, un spa donde eliminarás todas las tensiones y una zona exterior con camas balinesas para tomar el sol de Lisboa y relajarte viendo pasar las horas mientras te tomas un cóctel o un vino nacional. Además, debes probar las distintas clases de cerveza rubia que tiene Portugal.

El lujo está presente en el hotel Tivoli Avenida Liberdade Lisboa, donde con solo pisar su recepción sentirás estar en un palacio del siglo XIX, su piscina redonda es perfecta para refrescarte en épocas veraniegas y tomar el sol, el precioso spa con zona de masajes hará que expulses todo el estrés que puedas llegar a tener, tu regreso a casa será como una persona nueva gracias a las maravillosas instalaciones que este hotel de cinco estrellas te ofrece.

Instalado en un edificio clásico del siglo XIX, el Hotel Avenida Palace está ubicado en pleno centro de la ciudad de Lisboa y este hotel de cinco estrellas es perfecto si eres amante de los alojamientos con un toque clásico, algo que se nota no solo en el exterior del establecimiento sino en todo su interior, sus habitaciones y zonas comunes parecen recién sacadas de un palacio del siglo XIX. Además dispondrás de todas las comodidades necesarias y más como bar, gimnasio, servicio de habitaciones entre otras muchos otros servicios.

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