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Coímbra, la que fue capital medieval de Portugal durante más de 100 años y sede de la universidad más grande del país durante los últimos cinco siglos, es hoy una ciudad universitaria vibrante y enérgica, con una gran importancia en las historia del país, que se encuentra situada a orillas del río Mondego, en la región histórica de Beira Litoral.
Construida en un anfiteatro de frondosas colinas bañadas por el río Mondego, ha inspirado a poetas, que la nombraron ciudad de las artes y las letras del país. Ubicada en un sitio estratégico, la venerable Universidade de Coímbra, se erige con orgullo en la cumbre de la colina de Alcaçova, por encima del laberinto de calles que conforman la parte antigua de la ciudad. Su núcleo histórico se adhiere a una ladera en la orilla este del río Mondego: una pintoresca estampa compuesta por edificios que abarcan casi un milenio de historia, desde el morisco Arco de Almedina, al pie de la ciudad, hasta la Torre del Reloj, que corona el patio de la antigua universidad.
Al finalizar el día, los estudiantes descienden hacia las hermosas plazas del centro y se reúnen en los bares y cafeterías de la Praça da República, donde entablan conversaciones infinitas. Por doquier se observan carteles que anuncian conferencias sobre cualquier tema y en el exterior de las repúblicas (residencias estudiantiles) las pintadas hablan sobre los temas políticos de la actualidad.
La historia de Coímbra se remonta a la época romana y comienza cuando los romanos abandonan Conímbriga de forma repentina (una ciudad a 16 kilómetros de aquí que fundaron ellos mismos) y se desplazan a Coímbra, más fácil de defender gracias a su altura. La ciudad crece y prospera bajo el reino de Al-Andalus, del que forma parte hasta 1064, cuando los cristianos toman definitivamente posesión de la zona. La ciudad sirvió de capital desde 1139 hasta 1255, cuando Alfonso III decidió elegir Lisboa en su lugar. De hecho, la Universidade de Coímbra se fundó en un principio en Lisboa en el año 1290 pero trasladó su sede a Coímbra en 1537. El siglo XVI fue especialmente prolífico para esta ciudad gracias a la presencia de algunos artistas franceses como Nicolas Chantèrene, que contribuyeron a crear una escuela de escultura que se impuso poco a poco en todo el país. Hoy, la Universidad de Coímbra se mantiene como la más prestigiosa y una de las más tradicionales del país, declarada Patrimonio Mundial por la UNESCO.
Los siglos de historia de Coímbra han dejado una profunda huella en esta mágica ciudad: fortificaciones árabes, edificios religiosos de estilo gótico, museos artísticos, catedrales románicas, leyendas, cuentos sobre milagros... Sin embargo, los viajeros descubrirán que la ciudad no se ha quedado atrapada en un pasado estático. El presente de Coímbra es animado y con un gran fermento cultural que bebe, en parte, de la energía arrolladora que posee la población estudiantil. La vida nocturna variada y una escena artesana floreciente son algunas de las muchas cosas que guarda esta ciudad para ti y de la que te será imposible no enamorarte.
Puedes pasear por las empinadas callejuelas del casco antiguo al atardecer y refugiarte del calor a orillas del río o bajo la refrescante sombra de las especies del jardín botánico. Los días cálidos, nada como sentir los rayos de sol paseando en crucero por el río Mondego, que vio nacer Coímbra y nunca ha dejado de ser una parte importante de la vida de sus habitantes. Si la belleza de sus márgenes ha inspirado a generaciones de estudiantes y poetas, la fuerza de sus aguas, refrescando las praderas fértiles del valle o inundando en ocasiones los monumentos más importantes, no deja indiferente a nadie.
Basta con apartarse un poco del centro histórico para ver el lado moderno de la ciudad: un moderno parque con terrazas, bares y restaurantes al lado del río, un fantástico puente peatonal sobre el río Mondego, grandes centros comerciales y todo lo que se puede esperar de una ciudad europea importante. Edificios actuales como el Pólo II de la Universidad, el original puente peatonal Pedro e Inês con vidrieras de colores o el pabellón Centro de Portugal en el Parque Verde del Mondego asentado sobre el río en plataformas de madera, son el orgullo de la Coímbra actual.
En la Baixa, la parte baja de la ciudad y zona de compras y cafés históricos, encontrarás bares y restaurantes donde degustar los platos y aperitivos típicos de la ciudad como el bacalao con nata. No dudes en probar alguno de los dulces típicos de Coímbra como los pastéis de Santa Clara, exquisitos dulces de masa fina hecha con harina, azúcar y mantequilla y rellenas de huevos, azúcar y almendras (cuyo origen está ligado al convento de Santa Clara) o las arrufadas (panes dulces).
Visitar Coímbra es una oportunidad ideal para deleitarse escuchando música en vivo en Rúa Nova y emocionarte con el fado de Coímbra, música tradicional portuguesa que cuenta historias de estudiantes y saudade, una palabra portuguesa de difícil traducción que se refiere a la presencia de la ausencia.
Coimbra tem mais encanto / na hora da despedida, canta el fadista, pero tal vez no sea necesario llegar a ese momento para descubrirlo…
Índice
Coímbra es una ciudad compacta, perfecta para visitarla a pie. Aunque en los últimos años se ha extendido considerablemente, podemos distinguir tres partes fundamentales: el barrio alto (Bairro Alto), el barrio universitario y episcopal y la parte baja de la ciudad (a Baixa), donde abundan los comercios y los espacios verdes.
Puedes comenzar la visita recorriendo el Bairro Alto, antigua zona de residencia para el clero y la nobleza. El modo más atractivo de acceder a esta zona es cruzando por la resistente puerta morisca de la ciudad, el Arco de Almedina. Es un cruce de callejones estrechos y pintorescos, a veces entrecortados por empinadas escaleras, conocidas como Quebra-Costas (rompe-costillas).
A su izquierda, subiendo por la Rua Sub Ripas se encuentra la magnífica entrada manuelina del Palacio de Sub Ripas, con ventanas renacentistas y ornamentos de piedra, obra de la escuela de escultores francesa de Coímbra. Un poco más allá se levanta la Torre de Anto, que formaba parte de las murallas de la ciudad.
Si retrocedes y subes por Largo da Sé Velha, te toparás con la asombrosa catedral antigua de Coímbra, la Sé Velha. Considerada uno de los mejores ejemplos de arquitectura románica de todo Portugal, apenas ha sido modificada desde su construcción.
Continuando por esta calle llegarás hasta el Museu Nacional Machado de Castro y el Novo Campus, fundado en gran parte por el Marqués de Pombal en el siglo XVI. El Museu Nacional ocupa el antiguo palacio episcopal y lleva el nombre del escultor nacido en Coímbra. El pórtico renacentista se abre a un patio y una galería con encantadoras vistas a la antigua catedral y la ciudad baja hasta el río Mondego. El museo posee una rica colección de obras de arte como esculturas, porcelanas, cerámicas portuguesas y pinturas. Presidiendo la calle y frente al museo, se alza la catedral nueva, la Sé Nova.
Para echar un vistazo a la vida estudiantil sube hasta la parte más alta de Largo Dom Dinis, donde se encuentra el Museu Acadêmico, dedicado a mostrar la vida de los estudiantes en Coímbra. Paseando por cualquiera de los callejones de los alrededores de la Sé Velha y la Sé nova podrás observar las banderas y pintadas que marcan las residencias estudiantiles, las llamadas repúblicas, cada cual formada por un grupo de estudiantes de la misma región o facultad.
Lo más destacado de la zona universitaria es la denominada Universidade Velha, un notable conjunto de edificios de los siglos XVI a XVIII dispuestos en torno al vasto Patio das Escolas, al que se accede por la elegante Porta Férrea. En la plaza hay una estatua de João III, rey que trasladó a Coímbra la universidad en 1537. El rasgo más destacado de la plaza es la emblemática Torre del Reloj y la Capela de São Miguel, a su izquierda. Es una capilla barroca muy ornamentada, con alegres pinturas en el techo y un órgano barroco dorado.
Desde la puerta del patio puedes tomar una escalera que hay a la derecha para alcanzar la magnífica Sala dos Capelos, antigua sala de exámenes donde cuelgan retratos de los reyes de Portugal y tapices de retales que hoy sirve como sala de actos. Desde el balcón que recorre el exterior del edificio por detrás se tiene una bonita vista de la catedral antigua y de los modernos barrios cerca del río.
Sin embargo, todo empalidece al lado de la Biblioteca Joanina anexa. Cuenta con tres salas cuyo mobiliario de maderas preciosas queda realzado por una suntuosa decoración barroca dorada que alberga más de 300.000 libros antiguos.
Una vez fuera de la Universidade Velha encontrarás la Universidade Nova, que si bien no cuenta con mucho interés desde el punto de vista arquitectónico, tiene un gran interés cultural.
En este lado de la ciudad también puedes visitar otros museos interesantes como el Museu da Ciência, albergado en un antiguo monasterio en el Largo Marquês de Pombal y la Casa Museo Bissaya Barreto, que destaca por sus azulejos portugueses, sus porcelanas nacionales y chinas y sus muebles del periodo joanino.
Justo al lado de la ciudad universitaria, aguas arriba del río Mondego, se encuentra el Jardim Botãnico, un lugar perfecto para reposar donde se combinan acicalados parterres, bonitos caminos y fuentes de gran elegancia. Este encantador jardín se extiende a la sombra del Aqueduto de São Sebastião. Aquí puedes visitar también los exuberantes invernaderos y el Museu Botánico.
En medio de la alta densidad de población de la zona universitaria y Baixa, se abre un agradable paréntesis. La Plaça da República es una frondosa plaza que hace las veces de centro social estudiantil. El barrio que la rodea, edificado en el siglo XIX, aún se encuentra dominado por el cuidado estilo de los hogares burgueses de aquel periodo. En una de las caras de la plaza, encontrarás el acceso al Parque de Santa Cruz, creado en el siglo XVIII. A poca distancia de aquí, siguiendo por la alameda del Dr. Júlio Henriques para girar luego a la derecha por la avenida Marnoco Sousa, encontrarás el Penedo da Saudade, un excelente mirador desde donde contemplar la mejor vista panorámica de la ciudad.
Otro de los monumentos más notables de esta zona de la ciudad es la Igreja e Mosteiro da Santa Cruz, que nos traslada automáticamente a la época manuelina y renacentista, dentro de la cual podemos descubrir algunas de las mejores obras de la escuela de escultura de Coímbra, como el púlpito ornamentado o las tumbas talladas. Detrás de la iglesia se encuentra el Jardim da Manga y su curiosa fuente amarilla.
La parte baja de la ciudad o la Baixa, alberga la Praça do Comércio, una de las plazas más hermosas de la ciudad y que fue antiguo emplazamiento del circo romano. En esta plaza encontrarás dos iglesias, la Iglesia de São Bartolomeu y la Iglesia de São Tiago.
A lo largo de la Rua da Sofia se alzan algunas iglesias del siglo XVI: la Iglesia do Carmo, la Iglesia da Graça, la de São Pedro y la de Santa Justa.
Sin embargo, lo más interesante de la ciudad Baixa está al otro lado del río Mondego, pero antes, merece la pena dar un paseo por el laberinto de callejuelas que hay entre la iglesia de São Tiago y la ribera del río.
Como contrapartida eclesiástica al peso de la universidad, una serie de conventos y otros puntos de interés se extienden por la orilla más apartada del río Mondego. El Ponte Santa Clara comunica uno de los espacios verdes más hermosos de la ciudad, el Parque Dr Manuel Braga (un paraíso de sombra bajo hileras regulares de viejos sicomoros) y el Parque Verde do Mondego (con bares y restaurantes a la orilla del río y un pequeño parque infantil) con estos atractivos de la orilla oeste.
Una vez en la orilla opuesta, el primer edificio destacable es el convento de Santa Clara-a-Velha. Un Centro de Interpretación expone la historia del antiguo convento y sus recuperaciones así como la vida de las monjas clarisas que la habitaron. El nuevo convento, Santa Clara-a-Nova, construido montaña arriba con el fin de evitar inundaciones y sustituir al antiguo, está casi exclusivamente consagrado a la santa Isabel. El claustro, poco frecuentado, seduce por sus grandes dimensiones y su calma.
Para completar la visita a esta orilla del río es recomendable darse una vuelta por el Jardín da Quinta das Lágrimas. Se trata de un pequeño parque romántico y con especies exóticas, adornado con una fuente y un estanque: un remanso de paz en la ciudad. También alberga un palacio, que hoy sirve de hotel de lujo. Rodeado de jardines y la Fonte dos Amores, es un bello lugar para visitar. Según la leyenda, Doña Inês de Castro, amante del rey, halló su trágico final en los jardines de esta finca particular y derramó sus últimas lágrimas.
Los más pequeños pueden divertirse en el Portugal dos Pequenitos. Un parque temático para niños donde se han reproducido los monumentos más emblemáticos de Portugal a escala reducida.
Algunos de los mejores planes que puedes hacer en Coímbra están relacionados con las actividades de aventura acuáticas. Distintas organizaciones ofrecen piragüismo, rafting y otras actividades al aire libre en los alrededores de Coímbra. Puedes alquilar kayaks o canoas o realizar alguna de las excursiones en los barcos que salen del muelle que hay junto al Parque Dr Manuel Braga. Los sitios más populares se encuentran junto al río Mondego (como en la Playa Fluvial da Misarela) o junto al río Alva, (como por ejemplo en Playa de Côja), en Arganil; en el Vouga, el Zêzere, el Erges o en Ocreza.
Otra buena opción para los amantes de las excursiones culturales y de aventura es apuntarse a algunas de las que se organizan en las cercanas Serra da Lousã y Serra de Açor, que incluyen senderismo, alpinismo y visitas centradas en la elaboración tradicional de quesos y la producción de aceite de oliva. El distrito de Coimbra alberga numerosas zonas que resultan perfectas para la práctica del senderismo. Una de las más interesantes se encuentra en la aldea de Luso (cuyas aguas son consideradas balsámicas) y en la Mata Nacional do Buçaco. Los senderos más afamados en este bosque son los que conducen al Vale dos Fetos y a la Fonte Fría, donde los cisnes andan a los pies de una gran escalinata. La aldea de Piódão también es una excelente zona para practicar senderismo, ya que se encuentra comunicada con las localidades cercanas (Foz d’Egua y Chãs d’Egua) por un entramado de rutas de excursionismo bien señalizadas. Las zonas de las playas fluviales también son una buena opción para pasar el día en contacto con la naturaleza. En la Playa de Côja, en Arganil, encontrarás varios senderos que discurren a la ribera del río.
Otra manera de conocer Coímbra es realizar un city tour en tuk-tuk. Un circuito de una hora de duración en un tuk-tuk tailandés de ocho plazas que recorre las estrechas calles del barrio antiguo y las afueras de la ciudad, con regreso al punto de partida en Largo da Portagem.
Puedes disfrutar de un picnic en las extensiones de césped del Parque do Choupalinho, en la orilla izquierda del Mondego, a la altura del puente peatonal Pedro e Inês o aprovechar para adquirir productos locales alrededor de la Praça do Comercio y de la Rua Ferreira Borges. En las pintorescas calles peatonales del centro puedes encontrar numerosas tiendas de marroquinería y textil, donde se encuentra la famosa cerámica de Coímbra, azul y blanca o policroma, así como artesanía de la región a lo largo de las escaleras que llevan a la catedral.
En lo alto de las escaleras de Quebra-Costas, de camino hacia la Sé Velha, encontrarás una encantadora placita que ejerce de terraza, un lugar ideal para tomar una copa y contemplar la animación de la calle, que reúne alguno de los locales en tendencia del centro histórico, como la Librería XM. El corazón nocturno de CoÍmbra late en la Praça da República, que llena todas las noches el vestíbulo del Teatro académico Gil Vicente. Un ambiente cultural e informal donde poder tomar algo con tranquilidad.
Un plan que no te puedes perder en Coímbra es escuchar un fado en directo. En el local A Capella, una antigua capilla que se ha transformado en una íntima y bonita sala de espectáculos dedicada al fado, los conciertos de fado se suceden cada noche a partir de las 21:00. Los músicos, instalados en el coro, tocan delante de un público atento, que acuden también para probar los vinos portugueses y cenar de forma sencilla.
Un plan cultural muy interesante es conocer el yacimiento arqueológico de Conímbriga, que se encuentra a 14 kilómetros al sur de Coímbra. Las ruinas de esta floreciente ciudad romana hasta el siglo V, situadas en un espolón triangular limitado por dos valles encajados y erosionados, conservan mosaicos que se consideran entre los más bellos de la península ibérica. Las ruinas pertenecen a una ciudad romana fundada en el siglo I y se conservan en un estado excepcional. Entre ellas destacaba una de las mansiones más grandes del mundo occidental romano, la Casa de Cantaber y la Casa de los Juegos de Agua o Casa dos Repuxos, con jardines, estanques, fuentes y un suelo cubierto de mosaicos de una extraordinaria variedad. Las excavaciones continúan en el exterior, donde destacan los restos de un acueducto de 3 kilómetros de largo que ascendía hasta un conjunto de termas en lo alto de la colina y un foro que se encontraba rodeado por pórticos cubiertos. La entrada incluye el acceso al museo monográfico, donde podrás conocer un poco más sobre la historia de Conímbriga, así como otros aspectos de la vida romana.
Puedes realizar una escapada a Montemor-o-Velho y visitar su hermoso castillo. El Castillo de Montemor-o-Velho se erige en lo alto de una escarpada montaña, a 25 kilómetros al oeste de Coímbra. Sus murallas dominan el territorio pantanoso de los alrededores hasta donde alcanza el horizonte. Durante siglos el castillo fue reconstruido y ampliado en varias ocasiones, aunque la mayor parte de su estructura actual data del siglo XIV.
Hoy en día se pueden rodear sus almenas y explorar el terreno que hay entre su muralla interior y exterior, desde donde contemplar los ricos campos arrozales que se extienden junto al río Mondego. En su interior apenas quedan edificaciones en pie, excepto las ruinas del Paço das Infantas y la pequeña iglesia románica de Santa María de Alcáçova. El pueblo de Montemor-o-Velho es pequeño, pero alberga restaurantes y existe una casa antigua que alquila habitaciones. Para llegar hasta aquí puedes ir en coche, en autobús o en tren.
Aunque realmente cualquier época es apropiada para visitar Coímbra, si hay que destacar unas fechas, estas serían las estaciones intermedias, es decir, la primavera y el otoño. La temperatura en estas dos estaciones del año es ideal para hacer la multitud de planes que esta ciudad te ofrece. El invierno es templado, con muchos días de sol y los veranos no son excesivamente calurosos gracias a la proximidad del océano.
El ambiente de la ciudad es distinto durante el curso académico, pues los jóvenes llenan las calles de Coímbra y se puede observar una mayor actividad y animación.
Si quieres conocer Coímbra y vivir en primera persona sus tradiciones, cultura e historia puedes escoger alguna de las siguientes fechas para viajar.
Desde hace siglos, la historia de Coímbra gira en torno a su universidad, una de las más antiguas de Europa, que aún conserva muchas de sus tradiciones y costumbres académicas y cuyo máximo exponente es la célebre Queima das Fitas. La primera semana del mes de mayo se organiza esta ceremonia centenaria para marcar la última etapa de los estudiantes universitarios, una gran fiesta en la que los alumnos rescatan la vestimenta tradicional y se envuelven bajo capas negras. La fiesta se prolonga durante ocho días (tantos como facultades tiene la universidad) y el programa se compone de actos culturales y académicos. Los alumnos del último año de carrera queman unas cintas de diversos colores en función de la facultad para celebrar el final de la misma. La Serenata Monumental, un emotivo fado interpretado por los estudiantes frente a las escaleras de la Sé Velha, marca el comienzo de esta ceremonia, a la que le siguen desfiles de vistosas carrozas y otras ceremonias como las Noites do Parque, un amplio y variado programa de animación, conciertos y actuaciones musicales que se desarrollan en un espacio verde ubicado a orillas del río Mondego.
Visitar Coímbra a partir del 1 de mayo constituye una oportunidad única para descubrir el colorido y animado ambiente estudiantil de la ciudad y el sentimiento de hermandad que existe entre los universitarios de esta histórica institución. Una forma de conocer la Coímbra más juvenil y, a la vez, más tradicional, formando parte de una fiesta única en Europa.
También se celebran en Coímbra los denominados Los Santos Populares, una de las mayores tradiciones de Portugal. En junio, los santos (San Juan, San Pedro y San Antonio) se honran con grandes celebraciones en el centro histórico de la ciudad, así como en los alrededores. La gente se reúne alrededor de la tradicional hoguera, disfrutando de las típicas sardinas asadas sobre una rebanada de pan de maíz. A lo largo de la noche, los participantes saltan sobre la hoguera. En la Baixa de la ciudad, las marchas populares desfilan a primera hora de la tarde, para el disfrute de los cientos de espectadores que acuden al centro histórico para observarlos.
En torno al 4 de julio de los años pares se celebra en Coímbra la Festa da Rainha Santa, patrona de la ciudad. La Reina Santa Isabel es una de las santas más conocidas en Portugal y se rememora el milagro de las rosas. La reina, que llevaba en su regazo pan destinado a los pobres, fue interrogada por el rey sobre lo que transportaba. Ella respondió que eran rosas y al desplegar su falda dejó escapar numerosos pétalos de rosa. De ahí la costumbre de los lugareños de lanzar a la estatua pétalos de rosa desde las ventanas. El jueves por la tarde, la estatua de la santa sale del convento Santa Clara a Nova y recorre las calles de la ciudad hasta la Iglesia de Graça, dónde permanece hasta el domingo siguiente cuando regresa al convento. La procesión sucede de noche, iluminada por velas. A medianoche, los fuegos artificiales iluminan el río Mondego.
Esta festividad coincide con la Festa da Cidade, las fiestas anuales de la ciudad. Durante una semana se lleva a cabo en Coímbra una programación cultural muy completa y variada que incluye actividades como conciertos, espectáculos de danza y fuegos artificiales.
Otro evento que no te puedes perder si quieres sumergirte en una Coímbra más llena de vida que nunca, es el Festival das Artes, que tiene lugar a finales del mes de julio y dura dos semanas. Este festival reúne distintas expresiones artísticas como el cine, la fotografía, la literatura o la música e incluso la gastronomía. Las actividades se llevan a cabo en diferentes puntos emblemáticos de la ciudad, como el Anfiteatro da Quinta Das Lágrimas, un bellísimo y mágico espacio entre los jardines botánicos del Palacio Quinta das Lágrimas, escenario del amor prohibido entre Pedro e Inês, la famosa pareja de amantes del siglo XIV. Este festival lleva música clásica a la Quinta Das Lágrimas, jazz a los barcos del río Mondego, famosos chefs a los restaurantes de la ciudad y variada diversión a las calles de Coímbra.
La llamada Festa das Latas también es un evento relacionado con los universitarios, que, durante una semana en el mes de octubre, se celebra para dar la bienvenida a los nuevos estudiantes, conocidos como caloiros. En estas fechas se suceden una serie de actividades destinadas a integrar a los novatos en la vida estudiantil, que finaliza cuando los veteranos bautizan a los caloiros en el río Mondego.
Gracias a la excelente ubicación de Coímbra, puedes seguir conociendo el apasionante país que es Portugal haciendo diversas excursiones de un día tomando la ciudad como punto de partida.
La Serra do Buçaco, a poco más de tres cuartos de hora al nordeste de Coímbra, es una de las maravillas naturales más impresionantes de esta zona de Portugal. Coronando el extremo norte de la sierra se encuentra el Bosque de Bussaco, un parque forestal que domina la tranquila estación termal de Luso. A casi 600 metros de altitud, este bosque está cercado por una muralla de piedra provista de once puertas monumentales que arropan siglos de historia y más de 700 especies exóticas y autóctonas. Salpicando el laberinto de las alamedas, surgen aquí y allá una fuente seca con los azulejos pulidos, una estatua devorada por el musgo y una antigua ermita en ruinas construida por los Carmelitas Descalzos que componen un cuadro romántico. En el centro, en un amplio claro, se levanta un palacio hotel, con aspecto de castillo fantasmagórico, el Palace Hotel do Bussaco. El conjunto forma un lugar fresco y silencioso donde respirar aire puro que puedes recorrer a pie siguiendo alguno de los seis itinerarios señalados.
También merece la pena visitar, especialmente en los meses de verano, Figueira da Foz, a 45 minutos de Coímbra, con el pueblecito de Buarcos a tan sólo 3 kilómetros. Ubicada en la desembocadura del río Mondego, es una hermosa ciudad de la Beira Litoral que se ha convertido en una de las localidades costeras más afamadas de Portugal, en parte gracias a su extensa playa de arena fina. La zona también es concurrida por los surfistas que la visitan, especialmente la localidad de Buarcos. La ciudad no cuenta con un gran número de monumentos, pero la falta de monumentos importantes es compensada por un museo de extraordinaria calidad, el Museo Municipal Dr. Santos Rocha y, sobre todo, por su riqueza natural, visible tanto en la propia ciudad como en sus alrededores.
A tan solo una hora en coche a norte de Coímbra, llegarás a la localidad de Aveiro, conocida como la pequeña Venecia de Portugal. Situada junto al mar, esta pintoresca ciudad está atravesada por una red de canales por los que pasean alargadas y coloridas embarcaciones llamadas barcos moliceiros en los que puedes disfrutar de un tranquilo paseo por la ría. Además, Aveiro posee un conjunto de edificios de estilo modernista que merece la pena ver, así como el Museo de Aveiro, situado en el Convento de Jesús, donde admirar el Mausoleo de la Princesa Santa Juana y la talla dorada que decora el interior de la iglesia. Podrás disfrutar de las delicias que ofrece el mar en esta región, como el pescado a la parrilla o en calderetas y endulzar tu paso por Aveiro degustando unos deliciosos ovos moles, un postre confeccionado con huevos y azúcar que es también uno de los emblemas de la ciudad. Puedes aprovechar tu visita para descubrir los alrededores y dirigirte a la Reserva Natural de las Dunas de São Jacinto, a quince minutos, que cuenta con playas casi salvajes, o poner rumbo sur hasta la Playa de Barra, donde se encuentra el faro más alto del país.
Oporto, la segunda ciudad más grande de Portugal, está situada al noroeste de Coímbra, a poco más de una hora y es una excursión imprescindible que debes hacer. Junto a la desembocadura del río Duero conviven en esta ciudad tan especial elegantes barrios y villas señoriales con estrechas calles y viejos callejones declarados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Podrás recorrer Oporto andando, disfrutar de sus estrechas calles cargadas de historia, de la vida de la ciudad, pasear al anochecer junto a la ribera del río, entrar en el animado Mercado do Bolhao o saborear alguno de sus dulces vinos con denominación de origen.
Continuando por el norte de Portugal, a menos de dos horas de Coímbra, se encuentra la región de Braga, un destino de gran interés, donde destacan la capital homónima y Guimarães, con un centro histórico catalogado como Patrimonio Mundial por la UNESCO. Braga, construida hace más de 2.000 años, es hoy una ciudad vibrante e histórica, con un gran ambiente universitario. Cuenta con la catedral más antigua del país y abundan los vestigios de la época romana por toda la ciudad. En el centro histórico podrás visitar algunas de sus muchas iglesias o apreciar las casas y edificios históricos como el Palacio do Raio con los característicos azulejos portugueses o tomar un café en la emblemática Brasileira mientras observas el ajetreo de la Avenida Central. Quien visita Braga no puede dejar pasar la oportunidad de subir al Santuário do Bom Jesús do Monte, un icono de la ciudad, con una monumental escalinata. Rodeado de verde, desde aquí se tienen una de las mejores vistas panorámicas de toda la ciudad.
La ciudad de Guimarães, lugar de nacimiento del primer rey de Portugal, Alfonso Herníquez, se sitúa a tan solo 25 minutos en coche de la ciudad de Braga. Cuenta con un conjunto patrimonial armonioso y bien cuidado que se aprecia en los balcones y pórticos de granito, en las barandillas de hierro, en los arcos que unen calles estrechas, en las losas del suelo pulidas por el paso del tiempo y en las torres y claustros medievales. Aquí se puede admirar el paso de los nobles por la ciudad, que construyeron en Guimarães sus viviendas dotándola de una atmósfera única y que aún se conserva hoy en casas como el Palacio de Villa Flor, con bonitos jardines y de decoración rococó.
Una de las excursiones que no querrás perderte es el Parque Natural de la Sierra de la Estrella, un enclave natural de excepcional belleza repleto de apasionantes rutas de senderismo, hermosos lagos, atronadoras cascadas y un sinfín de piscinas naturales. A dos horas al este de Coímbra, se sitúa este extensísimo parque natural de frondosos bosques, valles glaciares y uno de los picos más altos de Portugal. Lo más recomendable es llegar hasta Manteigas, una pequeña localidad situada en el corazón de la Sierra de la Estrella que cuenta con la red de senderos más extensa y mejor cuidada y señalizada de toda la sierra, lo que la convierte en el punto de partida ideal.
Uno de los mayores atractivos de la Sierra de la Estrella es la ruta que recorre el valle glaciar del río Zêzere y concluye en el pico Torre. Al comienzo del valle se encuentra el Covão Da Ametade, una gran depresión ubicada junto a un pequeño lago de origen glaciar. Se trata de uno de los lugares más bellos y emblemáticos de la sierra, un escenario envuelto en una atmósfera bucólica que merece la pena admirar. A 9 kilómetros de Manteigas, se encuentra el Poço do Inferno, una caída de agua de diez metros que se surte de la ribeira de Leandres, un afluente del Zêzere que ha cincelado a su paso la roca granítica, todo un espectáculo que no sin razón se ha convertido en uno de los lugares más fotografiados de este parque natural.
Hacia el sur, a tan solo una hora de Coímbra, se encuentra Fátima, ciudad en la que la Virgen se habría aparecido a tres niños en varias ocasiones, el 13 de cada mes, de mayo a octubre de 1917. Esto la convirtió en el santuario católico más grande del país y uno de los más importantes del mundo. Hoy, miles de fieles se reúnen aquí en grandes peregrinaciones en esas fechas señaladas. Es difícil no quedar impresionado por las grandes dosis de fe que conducen cada año a miles de fieles al claro donde se dice que apareció la Virgen. En este emplazamiento se han construido dos enormes iglesias dispuestas en los extremos de una explanada de 1 km de largo: la basílica antigua y la moderna Basílica da Santíssima Trinidade, que cuenta con espacio para acoger a 9000 fieles. También se puede visitar en el santuario la Capela das Aparições. La ciudad está repleta de pensiones y restaurantes para peregrinos y en los escaparates de las tiendas puedes observar vírgenes que brillan en la oscuridad y bustos del papa.
A 30 minutos en coche al este de Fátima, se sitúa el Monasterio de Batalha, una obra maestra del arte gótico y manuelino alzada en el centro de un verde valle. Está dedicado a la virgen y conmemora una milagrosa victoria de los portugueses lograda contra los españoles, que los superaban en número. Ha sido declarado Patrimonio Mundial de la UNESCO junto con el Monasterio de la Alcobaça (muy próximo a este lugar y otro magnífico conjunto arquitectónico que debes visitar). En los alrededores, no dudes en aprovechar para hacer una visita a las Grutas de Mira de Aire. Estas cuevas, conocidas en portugués como Grutas dos Moinhos Velhos, son las más grandes del país y están unidas por túneles artificiales de más de 4 km de longitud. El color de las paredes es rojizo, debido al óxido de hierro y junto a las aguas subterráneas crean un ambiente fascinante.
De igual manera, a 30 minutos de Fátima pero en dirección oeste, se halla otra interesante visita, la ciudad deTomar. A orillas del río Nabão, Tomar se extiende al pie de una colina coronada por una fortaleza del siglo XII, construida por la orden de los templarios. El castillo guarda el convento de Cristo, que figura entre los monumentos manuelinos más importantes del país junto con los monasterios de los Jerónimos en Lisboa y el de Batalha. Además, es una de las joyas incluidas en el Patrimonio Mundial de la UNESCO.
Algo más alejado, a una hora y media de Coímbra hacia el sur, antes de llegar a Lisboa, se encuentra la ciudad de Óbidos, en el distrito de Leiria. Se trata de una ciudad medieval formada por preciosas casas encaladas adornadas con flores y vivos toques de pintura amarilla y azul apretadas unas contras otras que forman un laberinto de callejones irregulares. El centro histórico de Óbidos es un lugar ideal para dar un agradable paseo y recorrer la muralla almenada que lo rodea. Puedes aprovechar esta excursión para acercarte a Peniche, una popular ciudad costera a media hora en coche de Óbidos. Conocida por estar cerca de playas donde se practica surf y la hermosa Isla de Berlenga, Peniche posee el segundo puerto de pesca de Portugal.
Continuando por el sur, a dos horas de Coímbra se encuentra la cosmopolita ciudad de Lisboa, capital de Portugal y de gran importancia internacional. Lisboa es una ciudad multicultural con infinidad de atractivos, por lo que la parada es casi obligatoria. Hay tanto que ver y qué hacer en Lisboa que resulta difícil tener tiempo suficiente para ver todo lo que se quiere detenidamente. Sin embargo, hay algunas cosas que no debes dejar escapar en tu paso por la capital portuguesa, como por ejemplo tomar alguno de sus antiguos tranvías amarillos, símbolo reconocido en todo el mundo o visitar el Monasterio de los Jerónimos y la Torre de Belém, los dos monumentos declarados Patrimonio Mundial. Tampoco te puedes perder el Castillo San Jorge, un monumento inolvidable. Es el punto más alto de la ciudad, situado en uno de los barrios más típicos, la Alfama, donde puedes tener la oportunidad de escuchar un fado mientras descubres todos sus encantadores rincones. Aprovecha para merendar un cremoso Pastel de Belém en Terreiro do Paço, la principal y más emblemática plaza de Lisboa y disfrutar de un agradable paseo por la orilla del río Tajo al atardecer. Nada como acabar el día en uno de los miradores de la ciudad, el de Santa Catarina o el de São Pedro de Alcântara y quedarse a cenar en Bairro Alto.
También en la zona sur, otra ciudad interesante que debes visitar desde Coímbra es Sintra, una romántica villa que se encuentra a dos horas de distancia. Declarada Patrimonio de la Humanidad en 1995, Sintra es escenario de un palacio de cuento, el Palacio da Pena, que, con su colorida arquitectura, domina la ciudad asentada sobre la colina más alta. Rodeada de hermosos jardines, es un monumento que no te puedes perder. Junto a ella, encontrarás la Quinta da Regaleira, uno de los lugares más cautivadores de Sintra. Se trata de un impresionante palacete construido por un aristócrata portugues, rodeado de jardines que contienen rincones secretos, un lugar fundamental que debes visitar en Sintra. Repleta de calles empinadas y una arquitectura característica, esta villa posee un encanto muy especial que la convierte en uno de los lugares más bellos de Portugal.
Lo más común para llegar a Coímbra es volar hasta los principales aeropuertos internacionales de Portugal, esto es, los aeropuertos de Oporto y Lisboa, pues son las ciudades que mejor conectadas están con el resto del país. Es aconsejable llegar a los aeropuertos lo más temprano posible, por la mañana o al mediodía, para poder tomar con tiempo los diferentes medios de transporte que te llevarán a Coímbra, que suelen reducir sus horarios considerablemente a partir de la tarde.
Lisboa es la ciudad que más servicios de tren y autobús ofrece para llegar a Coímbra. Los trenes (o comboios) tienen una frecuencia de salida alta y el trayecto es de dos horas aproximadamente, dependiendo de si son directos o no. Para llegar a la estación de tren desde el aeropuerto la opción más rápida es ir en metro hasta la estación de tren más cercana, llamada Oriente, y tomar el tren en dirección a Coímbra B. Otra opción es ir a la estación Siete Ríos, a la que también se llega en metro y donde se encuentra también la estación de autobuses. Algunos trenes solo llegan a la estación Coímbra B, lejos del centro urbano, allí podrás hacer un transbordo y coger el tren que llega hasta Coímbra A, más céntrica, sin necesidad de pagar otro billete.
Desde la estación Siete Ríos salen también autobuses a Coímbra A a cada rato y el trayecto dura entre dos y cuatro horas dependiendo de las paradas que realicen. Lo más recomendable es coger uno directo.
Desde el mismo aeropuerto de Oporto hay una línea de metro que va directa a la estación de tren Campanhã, donde puedes tomar un tren dirección Coímbra. Otra opción es ir a Rodoviária, la estación de autobuses, que está a unos 15 minutos andando del centro de la ciudad. El trayecto es de entre una y dos horas de duración.
Tanto si viajas desde Portugal como si viajas desde España, puedes llegar a Coímbra en tren. Si viajas desde España hay un trenhotel que parte diariamente desde Hendaya, el Surexpreso, y hace parada en varias ciudades españolas como Vitoria o Salamanca y llega hasta Lisboa. Si quieres viajar desde el propio país, puedes consultar la red de comunicaciones de trenes de Portugal y buscar la línea que más te convenga, que conecta ciudades como Braga o Guimarães con Coímbra.
En Madrid, Salamanca y Sevilla puedes tomar un autobús que va directo a Coímbra y sale diariamente. Desde otras ciudades de España los autobuses llegan solo hasta Lisboa, desde donde puedes hacer un intercambio y tomar la red portuguesa de transportes, la Rede Expressos, con la que te puedes mover por todo el país.
Recuerda que Coímbra tiene dos estaciones de tren: Coimbra A (o Coimbra simplemente), que es el nombre de la estación antigua en el centro de la ciudad, y Coimbra B, que se sitúa a las afueras. Algunos trenes llegan sólo hasta la estación de tren Coimbra B, desde donde puedes llegar al centro de la ciudad tomando un tren a Coimbra A. Ese transbordo a veces está incluido en el precio del trayecto en el billete anterior. También se puede llegar andando al centro desde Coimbra B al centro (se tarda unos 25 minutos y no es muy recomendable hacerlo de noche) o en autobús (solo durante las horas laborales, a partir de cierta hora tendrás que coger un taxi).
La mayoría de los puntos de venta de billetes de autobuses no admiten tarjeta para pagar por lo que es recomendable llevar algo de dinero en efectivo.
Si decides viajar a Coímbra en tu propio coche o en uno de alquiler, lo más práctico es aparcarlo en alguno de los parkings de los alrededores de la ciudad y desplazarse andando por el centro. Es una ciudad pequeña y cómoda para caminar, en la que no tendrás necesidad de usar el coche.
En tu paso por la encantadora ciudad de Coímbra encontrarás una excelente oferta de hoteles y alojamientos que, además, se ajustan a todos los requisitos y presupuestos. Puedes elegir entre modernos hoteles dotados con todas las comodidades, pensiones familiares ubicadas en edificios históricos, acogedores albergues, innovadoras cadenas internacionales, pequeños apartamentos, cómodas habitaciones en casas privadas… las posibilidades son muy variadas y para todos los gustos y ocasiones.
Lo ideal es alojarse cerca de los principales puntos de interés turístico de la ciudad, o bien donde poder tener fácil acceso a ellas, es decir, en el centro o Baixa, a la orilla del río Mondego y en la zona de la universidad.
El centro de Coímbra o Baixa es la zona donde podrás encontrar la mayoría de hoteles disponibles de la ciudad, pues se trata de uno de los lugares más visitados y el preferido de los viajeros para alojarse.
Una muy buena opción es el Serenata Hostel. Situado en el corazón de la parte antigua de la ciudad, este noble edificio histórico es ahora un fabuloso hostal equipado con todas las comodidades y facilidades pero que no ha perdido el encanto característico de la zona histórica en la que se sitúa. Dispone de terraza, sala de ordenadores, dormitorios espaciosos, amplias áreas comunes y una cocina moderna. Casa Pombal también es un lugar recomendable donde pasar una agradable estancia en esta bella ciudad. Se trata de un alojamiento muy acogedor en el centro, con suelos de madera y bonitas vistas, con terraza y que sirve un desayuno muy variado. La Pousada da Juventude es un albergue situado a 500 metros de la Praça da República. Solo sirven desayunos pero dispone de cocina para uso de los huéspedes. El Hotel Tivoli ocupa un edificio moderno de la Baixa y tiene habitaciones grandes con todas la instalaciones necesarias además de una piscina y un pequeño gimnasio.
Si lo que buscas es alojarte alejado del bullicio del centro y más cerca de la naturaleza, las orillas del río Mondego son una opción perfecta para ti. Las orillas del río han sido habilitadas con la finalidad de servir de alojamiento y al mismo tiempo poder disfrutar de las maravillas naturales que ofrece este espacio de la ciudad. La orilla derecha tiene la ventaja de estar cerca de los lugares de mayor interés de la ciudad como por ejemplo la universidad, mientras que la orilla izquierda es más tranquila y goza de una de las mejores vistas de Coímbra. En el lado izquierdo, cruzando el puente peatonal Pedro e Inês, se ubica el Hotel Riversuites. Este nuevo y moderno hotel incluye desayuno, aparcamiento, habitaciones modernas, comfort y ventanas insonorizadas, por lo que el ajetreo de la calle no resulta un problema.
La mayor oferta de alojamientos se encuentra en el lado derecho. Aquí se sitúa el Hotel Astória, un edificio histórico considerado monumento arquitectónico de Coímbra. Con vistas al río Mondego y a tan solo 200 metros de la estación de tren Coimbra A, este hotel ofrece una decoración clásica y desayuno buffet por las mañanas, además de una ubicación inmejorable, a menos de 10 minutos del Museo Machado de Castro. El Hotel Ibis también es otra muy buena opción. Sus habitaciones son sencillas, cuentan con televisión, baño privado y, por supuesto, vistas al río. Ofrece desayuno buffet diario, un bar abierto 24 horas y está cerca de enclaves turísticos como el Convento de Santa Clara o el exuberante Jardín Botánico.
También te puedes alojar cerca de uno de los principales atractivos de esta ciudad, la histórica Universidad de Coímbra. Los estudiantes de esta universidad son parte fundamental del movimiento y el ambiente en Coímbra, por lo que si viajas en verano seguramente no te toparás con el mismo bullicio que existe el resto del año. La oferta de hoteles en esta parte de la ciudad es menor, pero brindan de igual manera excelentes servicios y accesos a distintos lugares emblemáticos de la ciudad, además de ser más económica. El Coimbra Monumentais es un Bed and Breakfast a 400 metros de la universidad. Este encantador alojamiento ofrece desayuno, cocina compartida totalmente equipada, baño privado, patio, jardín, zona de estar y habitaciones con todas las comodidades. Además, se encuentra cerca de la estación de tren Coímbra A. El alojamiento local Duarte’s ofrece habitaciones con TV y WiFi gratuito, aparcamiento y baño privado. Está situado a dos minutos a pie de la universidad y el jardín botánico y a diez minutos de la espectacular Biblioteca Joanina. Una ubicación privilegiada y cerca de restaurantes de la región donde sirven auténtica cocina portuguesa.
Mapa Interactivo:
TurismoenPortugal es una organización de agencias de turismo portuguesas cuyos objetivos son:
Este proyecto ha sido desarrollado en colaboración con:
Escuela Superior de Hostelería y Turismo de Estoril
Turismo de Portugal