Turismo en Portugal
Organización de agencias de turismo portuguesas
Monsanto es una pequeña y pintoresca aldea del distrito de Castelo Branco, Portugal.
Esta aldea que se eleva sobre las llanuras de sus alrededores, ofrece un escenario perfecto para pasear por su abruptas calles empedradas, las cuales se presentan flanqueadas por casas de piedra en armonía con el paisaje rocoso que las rodea.
La aldea de Monsanto ha sido muy protegida contra la modernización desde que en 1938 ganó un concurso nacional por ser la aldea “más portuguesa” del país. Algunas de sus casas son sorprendentemente ricas, y cuentan con entradas manuelinas y con blasones de piedra.
Se trata de un pueblo algo apartado, cuyo atractivo es precisamente el aislamiento, el cual se aprecia plenamente en los caminos de pastores que suben del pueblo hasta el Castillo de Monsanto (siglo XIII), abandonado en la cima de la montaña, desde cuyos muros se contemplan impresionantes vistas en todas direcciones.
Debajo del castillo se puede observar lo que queda de la románica Capilla de São Miguel, provista de varios inquietantes sarcófagos excavados en roca sólida.
A medio camino entre el castillo y el pueblo hay una gruta que al parecer fue utilizada como taberna. En los alrededores hay otras cuevas que son utilizadas por los pastores como establos para ovejas y caballos.
Abajo, el pequeño pueblo de Monsanto, está compuesto por un amasijo de callejuelas por las que da gusto pasear sin rumbo fijo. En la oficina de turismo facilitan mapas que ayudan a identificar las rutas, los puntos de interés e información histórica sobre el lugar.
Monsanto es cruzado por varios senderos excursionistas de largo recorrido, entre ellos el GR-12 que va de Lisboa a Constancia (Bulgaria) y el GR-22, que con sus 540 kilómetros va pasando por diferentes aldeas históricas de portugal.
Una recomendación para recorrer un sendero bonito, fácil y corto (de una hora aproximadamente), es descender por el GR-12 que recorre el camino de piedra hasta la Capilla de São Pedro de Vir-a-Corça, una capilla medieval flanqueada por rocas gigantescas. Este sendero se puede seguir hasta Idanha-a-Velha, recorriendo unos 7 kilómetros.
Esta aldea celebra anualmente cada 3 de mayo la Festa das Cruzes para conmemorar un asedio medieval. Según cuenta la leyenda los lugareños, hambrientos, arrojaron el único ternero que les quedaba por encima de las murallas para burlarse de sus enemigos y aparentar que aún tenían mucho alimento. Sus atacantes se dejaron embaucar y abandonaron el lugar. En la actualidad las jóvenes lanzan cestos de flores y la fiesta se adereza con bailes y música junto a los muros del castillo.
En los alrededores de esta localidad, ya en la frontera con Extremadura, (España) se encuentran las famosas Termas de Monfotinho.
Mapa Interactivo:
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Este proyecto ha sido desarrollado en colaboración con:
Escuela Superior de Hostelería y Turismo de Estoril
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