Turismo en Portugal
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Portalegre fue una plaza fuerte ubicada estratégicamente junto a la frontera con España, a tan sólo 74 kilómetros de Badajoz, que prosperó como ciudad a partir del Renacimiento. Prueba de ello son los hermosos edificios barrocos de su casco antiguo, resultando un lugar muy agradable para pasear.
En la actualidad, ésta animada urbe del Norte Alentejano cuenta con cerca de 16 mil habitantes y se asienta sobre campos, olivares y una extensa llanura, justo a los pies de la Serra de São Mamede, lo que la convierte en un excelente punto de partida para realizar numerosas excursiones.
Dentro de sus murallas hay deslucidas mansiones barrocas, vestigio del auge de la industria manufacturera de la transformación de la seda. Industria que se fue a pique en 1703, cuando el tratado de Methuen introdujo la competencia inglesa, sin embargo, hoy en día Portalegre permanece fiel a su legado de tejidos elegantes, conservando incluso una fábrica que produce magníficos tapices de obras de artistas famosos, y un extraordinario museo que muestra dichos trabajos.
El centro neurálgico de la ciudad es Rossio, una gran plaza con la Manufactura de Tapeçarias instalada en el antiguo colegio de los jesuitas donde se puede visitar las labores de tejido. En Rossio también se encuentran la Iglesia da Misericórdia (siglo XVIII) y la Iglesia do Espírito Santo (siglo del XIV al XVIII).
En un plano inferior, un poco más allá del mercado, se erige el Monasterio de São Bernardo con un majestuoso mausoleo, una iglesia revestida de azulejos de 1739 y con portada renacentista, y dos claustros visitables, uno renacentista, de dos órdenes, y el otro gótico manuelino.
Los monumentos principales de la ciudad se encuentran en la parte alta de la ladera. Del Castillo se conservan la torre del homenaje, parte de la plaza de armas y dos torres unidas por fortificaciones almenadas, y desde él obtendrás una maravillosa vista sobre la Catedral (siglo XVI), de estilo renacentista, con fachada posterior manierista, tres portales barrocos y un interior interesante.
A la derecha de la catedral se encuentra el Museo da Cidade, que presenta una de las colecciones de cerámica más valiosas del país.
Más allá del museo, anexo a la muralla, se alza el Palacio Amarelo (siglo XVII) que acoge al Museo da Tapeçaria Guy Fino, donde se expone una colección de tapices portugueses.
En las inmediaciones a la catedral también destacan la Câmara Municipal (siglo XVIII), la casa solariega de los Ataídes (siglo XVII) y el Convento de Santa Clara.
Tras pasear por la rua do Comércio puedes salir del recinto amurallado por las Portas de Alegrett (siglo XIV), que se comunica con la Praca da República, junto a la cual se encuentra el Museo José Régio con una extensa colección de crucifijos de los siglos XVI al XIX y estatuillas populares de Santo António.
En las inmediaciones de la ciudad se encuentra el Parque Natural de la Serra de São Mamede, dominado en su parte Norte por bosques de encinas y castaños, y con el Pico de São Mamede (1.027 m) en su cima.
En los alrededores también merece la pena visitar Crato (a 23 kilómetros al Este), Alter do Chão (a 29 kilómetros en dirección Sureste) y Monforte (a 27 kilómetros al Sur).
Mapa Interactivo:
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