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La ciudad de Elvas, situada a tan sólo 8 kilómetros de Badajoz (España), constituye un punto estratégico de defensa transfronteriza y heredó un vasto patrimonio militar. Todo el centro histórico de la ciudad, las murallas abaluartadas del siglo XVII, el Fuerte de Santa Luzia, el Fuerte da Graça, el Acueducto da Amoreira y los tres fortines de São Pedro, São Mamede y São Domingos fueron clasificados como Patrimonio Mundial de la Humanidad por la UNESCO.
El conjunto de fortificaciones de Elvas fue fundado durante el reinado del Rey Sancho II y es, actualmente, el mayor del mundo en el tipo de fortificaciones abaluartadas terrestres. Posee un perímetro de entre 8 y 10 kilómetros en un área de 300 hectáreas. Sus murallas abaluartadas fueron construidas durante la Guerra de la Restauración y son un claro ejemplo de la tradición holandesa de arquitectura militar.
Este conjunto cuenta con fortificaciones medievales y modernas. Las murallas medievales se unen mediante torretas, transformando a la ciudad en un inmenso cuartel siguiendo el método antiguo de fortificación holandesa. Cuenta con siete baluartes, cuatro medios baluartes y un redan que formaban parte de la primera línea defensiva del Alentejo, junto con los de Campo Maior, Ouguela, Olivença y Juromenha.
El acceso a la ciudad se puede realizar por cualquiera de las tres puertas dobles (la de Olivença, la de São Vicente o la de Esquina), todas ellas con decoraciones bélicas.
Pasear por la cerca abaluartada de la ciudad de Elvas te transportará al periodo de la Guerra de la Restauración (1641-1668), cuando Portugal nada más conseguir garantizar la independencia se vió sumergida en una nueva guerra.
La ingeniería militar asumió entonces un papel fundamental y las murallas fernandinas no podían asegurar la defensa de la ciudad debido a su verticalidad. Fue en ese momento cuando el moncarca João IV envió al padre jesuita Cosmander (un holandés, erudito en la arquitectura militar) a investigar las fortificaciones existentes en su país y si era necesario construir unas nuevas.
Como Portugal necesitaba de técnicos en arquitectura militar, Cosmander fue rápidamente ascendido a Coronel antes de llegar a Elvas. Al llegar a la ciudad construyó un sistema abaluartado impecable y la bautizó a la ciudad como Plaza de Armas de la Provincia del Alentejo. Todo ello inspirándose en maestros holandeses como Simon Stevin o Samuel Marolois, creadores del primer sistema de fortificación holandés.
Hoy en día las murallas del siglo XVII de Elvas constituyen un ejemplo original de las fortificaciones y son únicas en el mundo debido especialmente a su estado de conservación y autenticidad.
Elvas, Alentejo, Portugal.
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